El Atlántico es un abismo
En la Unión debemos proteger haciendo (crecimiento económico y defensa); elegir mejor a sus aliados externos (e invertir política y económicamente en ellos); y cuidarnos de los enemigos internos.
La alianza sobre la que se ha asentado la paz y la prosperidad democráticas durante el último siglo está resquebrajada. No es algo de la última noche: lleva ocho años en marcha. Cuando pensamos que el primer gobierno de Trump era un accidente histórico que iba a ser posible sortear para volver a la normalidad. A la luz de los acontecimientos de los últimos dos meses, solo era un preludio. Tampoco será algo de cuatro años más: en el intento de humillación de un líder democrático europeo desde el despacho más poderoso del mundo y delante de las cámaras con más atención que existen estaban también casi todos los potenciales sucesores del actual Presidente de los Estados Unidos. Algunos, como el Vicepresidente, tomando la iniciativa.
No. Esto no es flor de dos legislaturas. Esto es una oferta política basada en la suma cero (“para que yo gane tienes que perder, y tiene que ser patente ante todos que estás perdiendo”) y en el egoísmo (“America First”) en lugar de en la cooperación buscando equilibrios beneficiosos a largo plazo. Una oferta que ha encontrado demanda suficiente para ganar dos de las últimas tres elecciones presidenciales y no perder por completo el poder en el Congreso.
Afortunadamente, a este lado del Atlántico tenemos a Europa. Es decir, nos tenemos. Pero, ¿qué nos falta? ¿Cuáles son los siguientes pasos para nosotros en este mundo, y para hacerle honor a este mundo? Si no sabemos hasta qué punto ni cómo de rápido se va a seguir abriendo ese abismo que es ahora el Atlántico, lo cauto y juicioso es ponernos desde ya mismo a ejecutar acciones para estar preparados. Ya estamos en ello, pero necesitamos acelerar y profundizar. Aprovechemos el momentum que nos brinda la torpeza táctica propia de un político que solo sabe proyectar fuerza mostrando su debilidad.
1 Proteger haciendo
En Europa vivimos mejor que en casi cualquier otra parte. Solemos recordarlo cada vez que tenemos ocasión: nuestro Estado nos protege, nuestra calidad de vida es elevada, nuestras instituciones funcionan razonablemente bien. Y todo eso es cierto. Pero de poco nos sirve nuestro bienestar si no podemos defenderlo ante amenazas exteriores en un mundo cada vez más hostil. Además, se nos olvida a menudo que nuestra prosperidad no vino solo de lo que dejamos de hacer (ponerle barreras a la economía o pasar las horas discutiendo la última regulación de turno), sino de lo que hicimos durante décadas: apostar por la educación universal, por un sistema de bienestar robusto en sanidad, pensiones y redistribución, y por infraestructuras públicas confiables y renovadas. No por respetar reglas y creencias que en realidad eran un lujo.
Necesitamos pensar en términos de suma positiva. Necesitamos proteger haciendo. Hacer significa sobre todo, o primero que todo, dos cosas. Crecer económicamente y consolidar poder de fuego real. Defensa conjunta, vamos.
Crecer económicamente, por aquello de organizar prioridades de alguna manera, sería para mí:
Posibilitar un crecimiento exponencial de energía hecha dentro de la Unión: independientemente de la fuente y la tecnología, el objetivo es maximizar la cantidad de energía propia. No tenerla incentivó al país más grande y relevante 🇩🇪 de la Unión a hipotecar su economía al gas ruso barato; además, casi nos mete en un problema gigante en el invierno de 2022. Eso no puede volver a pasar si resulta que tampoco podemos confiar en lo que nos llega de otros países que antes eran aliados incuestionables.
Más en general, completar el mercado común de energía, industria y transporte, como recomendaba Draghi: permitir interconexiones más profundas en todos estos frentes.
Eliminar regulaciones con razón de ser poco clara o inexistente que ahora son restricciones a la innovación y a la investigación.
Maximizar el aprovechamiento de nuestro capital humano invirtiendo en nuevos pilares o fuentes de bienestar y oportunidades, especialmente:
Educación 0-3 años.
Formación adulta accesible para maximizar el aprovechamiento de nuestro capital humano con un foco fuerte en materias STEM y tech. Hay demanda superior a la oferta en estos sectores en toda la Unión.
Reducir al máximo las brechas entre mujeres y hombres que persisten en el mercado laboral precisamente con ese mismo objetivo.
Permitir una movilidad laboral y de estudiantes (todavía) más fluida dentro de la Unión.
Facilitar acceso a la vivienda allá donde está la demanda, en nuestras ciudades, aprovechando que son exitosas y atractivas. Esto es posibilitar construcción privada innovadora y en densidad, no limitarla. También es contribuir con construcción pública (de vivienda o de residencias de estudiantes, algo en lo que nunca he entendido que algunos países como España vayamos tan detrás de otros como Países Bajos).
Defensa conjunta consistiría en posibilitar la inversión en materia de tecnologías con uso dual o exclusivo de defensa, y profundizar en proyectos concretos y coordinados en distintos países para ir sustituyendo, de forma gradual y realista, las partes más vulnerables de la OTAN. Escoger assets que se puedan ir integrando entre fronteras con objetivo de ir aumentando escala, interoperabilidad y estandarización. Lo primero es poner la demanda (objetivos de crecimiento de gasto en defensa) para que la oferta tenga incentivo. Pero también podemos hacer cosas como facilitar que el Banco Europeo de Inversiones invierta en defensa. En cualquier caso, como dijo Donald Tusk, primer ministro del país 🇵🇱 de la Unión que más ha sufrido de agresiones imperialistas durante los últimos ochenta años: hay que armar Europa para sobrevivir.
Respecto a cómo reducir la oposición o los reparos pretendidamente pacifistas: los nuevos tanques son para proteger nuestras libertades. La escalada bélica contra un poder agresor (muy distinto de otro tipo de riesgos bélicos) solo se puede evitar con una defensa lo suficientemente creíble [y esto también implica preguntarnos qué hacemos sin el paraguas nuclear estadounidense, por cierto, pero no sé si estamos listos para esta conversación].
*Todo esto hay que pagarlo, sí. En su informe, del que he sacado más de una y más de tres de las ideas arriba enumeradas, Draghi habla de una división común de 80/20 · privado/público para inversiones que fomenten la competitividad. La parte privada requeriría, estima el informe, una rebaja sustancial en los costes de inversión, de alrededor de 250 puntos básicos. Draghi no ve cómo - y yo estoy de acuerdo - avanzar sin una unión bancaria y de capitales funcional. Aquí lo desarrollamos con un análisis a fondo del estado actual si te interesa profundizar.
Pero, por el lado público, Draghi habla de un activo común para la Unión y de hacer un presupuesto de la UE más eficiente con un pilar dedicado a la competitividad. Aquí solo anotare que como una de las cosas que quiero pagar son defensa conjunta, por una vez tendremos al centro-derecha no opuesto necesariamente a gasto público conjunto. Siendo además que 🇩🇪Alemania ya no tiene credibilidad para exigir austeridad y que 🇵🇱Polonia está gobernada precisamente por este partido, el contexto es menos desfavorable de lo que pueda parecer.
2 Elegir a tus aliados externos
No estamos solos en esta encrucijada, y eso es una buena noticia. Pero al mismo tiempo, rivales estratégicos como China están "comprando" aliados a un ritmo acelerado. Mirar hacia el este en busca de alianzas alternativas no es la solución.
La guerra en Ucrania, no sólo con el espectáculo de anoche sino durante meses, nos ha mostrado claramente las dinámicas que enfrentamos. Fue y sigue siendo un conflicto con un agresor claro y un agredido. El error de cálculo inicial de Putin, que esperaba una victoria rápida y un cambio de régimen favorable, nos dice mucho sobre cómo se ve a sí mismo. Las ambiciones pueden ir desde bastante hasta mucho más allá. Esas aspiraciones representan un costo estratégico mucho menor para Estados Unidos que para Europa, independientemente de quién ocupe la Casa Blanca.
¿Por qué en una guerra con un agresor y un agredido deberíamos priorizar la posición del agresor, que además ha demostrado cometer errores graves de cálculo? Y desde una perspectiva más estratégica: ¿por qué no deberíamos preferir una solución que demuestre al agresor -que probablemente tenga ambiciones más allá de Ucrania- que sus errores de cálculo tienen un precio elevado?
Nada deja tan claro la necesidad de forjar nuevas alianzas como este caso, obviamente no con quienes parecen alinearse (!?) con el Despacho Oval en esto (🇨🇳🇷🇺). Debemos ser mucho más activos en nuestra política exterior para ganar esta carrera por los aliados globales.
Y ser "agresivos" aquí significa exactamente lo contrario de lo que puedas estar pensando: no imponer nuestras condiciones sino reconocer de igual a igual los intereses legítimos de terceros países, alinearnos con ellos en lo posible (reconociendo nuestras diferencias), y reforzar cooperaciones multilaterales de beneficio mutuo frente a la lógica de suma cero. Este planteamiento nos obliga a escalar nuestras inversiones en iniciativas transformadoras de manera exponencial, imitando la política estadounidense desde el final de la II Guerra Mundial que ahora desmantelan de manera un tanto absurda e inexplicable. Deberíamos, de hecho, aprovechar la ventana de oportunidad que nos da el cierre de USAID multiplicando proyectos de ayuda al desarrollo o directamente de inversiones económicas tipo Global Gateway y poniendo dinero e influencia recíproca detrás de ellos. Usarlos para fortalecer alianzas en suministros estratégicos.
3 Cuidarte de tus enemigos internos
Un dilema central de las democracias siempre ha sido cómo mantener una lógica abierta y pluralista (sin la cual no existe democracia verdadera, claro) mientras establecemos límites para que los enemigos de ese sistema no lo destruyan desde dentro. No hablo de disidentes de buena fe, sino de intentos deliberados de injerencia con el objetivo de sabotearnos.
Distinguir unos de otros y demostrarlo es tremendamente difícil. Ejemplos históricos no nos faltan: EEUU en los cincuenta, cuando la paranoia anticomunista llevó a listas negras y persecuciones injustificadas que dañaron vidas y la propia democracia que pretendían defender. Pero aun así debemos intentarlo. Al menos nosotros como ciudadanos podemos ejercer un imprescindible escepticismo. Preguntarnos genuinamente qué motiva realmente a tal o cual influencer, periodista o político. Quién financia sus actividades. A qué intereses sirven sus mensajes.
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Porque a qué intereses sirven estos mensajes que acabas de leer creo, y espero, que están bastante claros: 🇪🇺
Buen articulo.
Algunos apuntes que querria comentar.
Respecto a la educacion, lo que comentas de que hay ciertas carreras en las que no hay suficiente gente estudiandolas para cubrir los puestos disponibles es cierto. Pero por otro lado tambien hay mucha gente yendo a carreras en las que sobra gente. Por lo que no es solo que hay que fomentar las stem y la fp, sino que tambien hay que atajar el otro lado del problema. Ya sea reduciendo plazas, reduciendo la inversion y concentradola en solo ciertas universidades, o de otra forma. Pero lo cierto es que hacer accesible que la gente estudie lo que quiera se ha visto que va en contra de que la gente piense en el retorno de capital a la hora de estudiar. Ya que cuando somos jovenes lo que nos sobra es el tiempo y no el dinero, al ser la universidad barata se valora a veces mas si te va a gustar la carrera y los compañeros que tendras, antes que si lo que vas a estudiar te va a dar de comer.
Respecto a potenciar los intercambios de estudios, te recomiendo que veas los programas piloto que se estan montando de grados y master multi universidad. La idea es hacer un curso en cada pais dentro de la ue, y aunque probablemente tome tiempo y va a ser siempre una opcion cara por el hecho de mudarte cada año a otro pais, tiene potencial.
Otras opciones seria potenciar los erasmus en los institutos, los erasmus de voluntariado, o que haya tambien erasmus deportivos y por ejemplo te puedas ir en verano a jugar a baloncesto a España al campamento que organiza la federacion todos los años. Aqui hace falta tambien mas publicidad, pero al meter a las federaciones espero que ayudaran con ello
Buenos puntos y análisis.